lunes, 4 de julio de 2011

El caminante.

El caminante.

Cierro mis ojos. y lentamente los vuelvo a abrir.

Estoy en un nuevo mundo, completamente ajeno a mi realidad pasada.

Veo a mí alrededor y solo veo un cielo gris, y sin vida.

el cielo es como en las películas, cuando muere alguien.

Tan nublado e inestable.

el olor a tierra mojada inunda mis sentidos.

Bajo lentamente la mirada y miro a mi alrededor.

Como si...soñase, pero es mas que eso.

Veo una persona a lo lejos.

¿Una persona en un lugar así?

Mi vista lentamente se comienza a oscurecer.

No veo nada.

Estoy de nuevo en mi casa.

No he podido pegar un ojo en toda la noche desde que conocí ese lugar, no quito de mi mente la posibilitada de volver.

Ya casi es la hora de irme… como adoro la noche.

Faltan un par de horas para que amanezca.

Hay tanta magia en el aire.

Me gustaría, poder tener más tiempo para contemplar…

Solo contemplar tan hermoso momento.

Fuera de casa parece hacer frío. Hace tanto tiempo que no usaba mi tapado negro, es como retomar una vieja parte de mi, dejada en el armario del pasado.

Si, definitivamente hace frío.

La niebla inunda las calles y la noche aun gobierna los alrededores.

Todo avanza, el tiempo es tirano en la sociedad. Sin darme cuenta ya estoy camino a mi primer destino.

Sentada a mí lado una joven. Nada de su aspecto resalta a la vista.

Su perfume.

Es dulce, pero a la vez muy sutil y delicado, que se mezcla con una pastilla de menta que esta comiendo desde que entro.

Una combinación agradable. Bastante familiar, podría decir…

Si buscase en mi memoria, se que encontraría un aroma similar en mis recuerdos...pero, recuerdos que mejor no recordar.

Al menos en este momento.

Mas personas subieron, aunque este a mi lado el aroma ya se ha perdido en la multitud.

En momentos así, agradezco mi falta de prisa.

De lo contrario veo que el viaje seria bastante tedioso. No hicimos más que un par de kilómetros que todo esta repleto de personas.

Los vidrios se empañan rápido. Dificultan mi vista del camino recorrido.

El cielo es una mezcla de colores opacos, muy bien difuminados y la tierra esta húmeda. Me doy cuenta por su olor.

Es de alguna manera y de otras no tanto, a ese lugar que por no se cuento tiempo recorrí.

Solo que aquí estoy rodeado por personas, aun así, la sensación interna de soledad es idéntica en ambos mundos.

Siento curiosidad…

¿Donde estoy ahora?

Ya conozco este cielo, aunque no veo las montañas. No hay nada alrededor, más que horizonte.

Hace mucho frío. Me cuesta respirar por el mismo.

Que… ¿Qué es esto?

Estoy empapado.

Esta lloviendo, y, recién me acabo de dar cuenta de ello.

No se a donde me dirijo. Buscar refugio no es una de mis opciones. El paisaje se ve dolado de cualquier cosa que pueda imaginar.

Siento tanto miedo he impotencia.

Llevo lo que parecen horas caminando y nada…

¿Es la misma persona que vi la última vez?

Si, parece serlo. Definitivamente lo es.

Su marcha es inconfundible.

Aquella vez no preste atención a su aspecto.

Me parece adecuado guardar las distancias, aun a si desde aquí puedo distinguir sus ropas.

Maldición, la lluvia no da tregua.

No se por cuanto mas tiempo pueda seguir a este ritmo. Es complicado el paso con el suelo en estas condiciones.

He perdido de vista al caminante.

Creo… que ya tiene mucho de ventaje delante de mí.

Aunque solo veía su espalda. Me di cuenta que sus ropajes son completamente de color negro, y su cabeza esta cubierta al igual que el resto de su cuerpo.

Despierta tantos interrogantes en mí…

Espero que se develen con el tiempo.

Estoy de nuevo en mi viaje, en el transporte. Rodeado de personas.

No tengo palabras. No comprendo.

Estoy apenas a la mitad del recorrido. Juraría que camine durante horas en aquel lugar.

No estoy mojado ni nada por el estilo.

Aunque siento que me desplomo de cansancio.

La joven de dulce aroma sigue aun a mi lado, siento de nuevo la dulce fragancia más allá de la multitud.

Mejor dormiré un poco mientras pueda. No puedo pensar con claridad.

Mi día sigue avanzando, y próximo a partir, me detuve por un café.

Es un bello lugar, me agrada la combinación de amarillo y rojo de las paredes.

Pintoresco podría decir.

La mesera, es una joven muy agradable. Simpática.

Veo dos viejos, aunque quizás no tan viejos.

Parecen ser los dueños.

Pero bueno.

Ya llevo un buen rato, la paresa me domina y la calma entre estas paredes me retiene.

Termine mi café y no are mucho tiempo más.

Ya pague mi café, y creo que me gustaría volver a aquí, es muy agradable.

Retomare mi viaje a mi segundo destino del día.

Otra vez... la lluvia intensa y el frió.

Esta frente a mí, de espalda, a solo centímetros.

No puedo respirar.

Me encuentro en la vereda, frente a donde tome el café.

Que locura.

Me pregunto… ¿Quién es este caminante que recorre esas tierras aparentemente desoladas?

Me sorprende que la ultima vez que aparecí allí. Estando tan cerca de el, a solo unos pasos…

Y no notase mi presencia…

Incluso el sonido de mi caminar en el lodo.

Es extraño.

Pasaron días de aquella vez. Vuelvo a mencionar, el tiempo es tirano.

Siguiendo con mi vida viajando a mi segundo destino, de nuevo.

Que mal...

Se esta asomando el sol de entre las nubes.

Mi día perfectamente nublado se ha arruinado. Espero que al menos la frescura del día se mantenga.

Tengo ganas de estar en otro lado. Algún lugar tranquilo, fresco y con un paisaje más natural. Obvio, sin personas.

Desearía al menos unos minutos de paz.

Vehículos y personas hasta donde la viste alcance.

Veo agua.

Solo eso veo, asía donde mueva mis ojos.

Parece una pesadilla.

Esta oscureciendo. ¿Qué hago?

Un momento.

El agua solo llega a mis tobillos. Esto parece de películas.

He caminado unos minutos, el terreno es uniforme. El nivel del agua se mantiene.

Acaba de pasar junto a mí. Ni siquiera se percato de mi presencia.

Estoy caminado a su par.

Intente tocar su hombro y mi mano lo atravesó, como si fuese un ente.

Se ha volteado a verme…su rostro.

Es…

¿Qué es todo esto?

¡Quiero salir de aquí!

Todos somos un mundo, únicos singulares he irrepetibles. Esa sensación interna de soledad.

Soy el único en mi mundo.

Por Raziel Devastacion• jueves, 26-viernes 27 de mayo de 2011

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