miércoles, 11 de febrero de 2009

lobos

Dicen que vuelven los lobos. Que de nuevo se les ve por la sierra de Madrid, atravesando bosques y cañadas, subiendo lomas, saltando sobre los riscos, olfateando el aire, sus ojos como espadas, buscando la presa inocente. Vuelven los lobos con su canto melancólico a la luna y a las estrellas, lamiendo con lenguas de fuego la oscuridad que los protege, haciéndoles más temibles, invulnerables. Ocultos en la maleza, esperan, acechan, respiración agitada, el pelaje electrizado por la incandescencia del momento inminente de la muerte. La muerte de un ciervo o de algún otro animal confiado. La noche se puebla de encantamientos mágicos, de pánico, de sangre. Regresan los lobos...... y yo vuelvo a sentir el sabor agridulce del miedo tierno y húmedo de la infancia recorriéndome la espalda cuando, reunidos en torno al brasero, el viento corriendo enloquecido por las calles grises de un pueblecillo descolorido, un pueblo asediado de lluvia o de niebla invernal, nos contaban historias de caminantes devorados por los lobos, de aldeas fantasmas, sus puertas y ventanas atrancadas al traspasar la última brizna de luz la montaña más cercana, de pastores desprevenidos cercados por cientos de ojos como brasas, seres enérgicos, tan poderosos como sus diestros cuerpos, tan fieros como sus aullidos. Me sonrío ante aquel pavor que se nos acumulaba en los huesos frágiles y en lo más profundo de la garganta, resecándola hasta doler; en cada raya de nuestras manos sucias; en nuestra mente, que nos inmovilizaba y nos impedía casi respirar...Leo que los lobos de nuevo marcan su territorio en las montañas cercanas, que se reproducen, que tratan de sobrevivir en un lugar del que fueron ahuyentados hace más de 40 años. ¿Qué vienen a buscar cuando el hombre, ese otro formidable depredador, está sobreaviso y le marcará los límites como amo y señor que se siente? ¿Cómo harán frente al conflicto de intereses? ¿Cómo protegerles sin dañarles y sin ahuyentarles de nuevo? ¿Sueñan los lobos -apenas unos dos mil ejemplares en toda España- con un pasado que está a galaxias de un mundo que hace tiempo metió quinta y se quedó sin frenos? No lo sé, pero los lobos han vuelto por las sendas de las tierras abulenses, segovianas y madrileñas, y supongo que quieren quedarse.Quizá ahora, sabiéndolo, los abuelos, en las aldeillas de las serranías, vuelvan a desempolvar, en los días estremecidos de nieve y frío, aquellas historias que sus abuelos a su vez les contaban al llegar la noche, unos juntos a otros, las manos casi acariciando las llamas que ennegrecían la chimenea, mientras la tormenta mordisqueaba las esquinas fantasmales de las casas y los lobos recorrían las plazuelas, en manada, husmeando los portalones y los ventanucos, en busca de algo que comer.

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