Torturas - Especial Ejecuciones
Garrote Vil: máquina utilizada para aplicar pena capital originaria de España. Vigente en el país legalmente desde 1820 hasta su abolición por medio de la Constitución de 1978.También se utilizó en diversos países de Iberoamérica, y durante la conquista de América.
El garrote de forma evolucionada, consistía en un collar de hierro que, por medio de un tornillo, retrocedía produciendo la muerte al reo por la dislocación de la apófisis de la vértebra axis sobre el atlas en la columna cervical, es decir se le rompe el cuello a la víctima.Si la lesión producida aplasta el bulbo o rompe la cervical con corte medular, se produce un coma cerebral y la muerte es instantánea. Pero la experiencia demostró que esto raramente ocurría, ya que la muerte solía sobrevenir por estrangulamiento, resultante de una serie de lesiones laríngeas e hiodeas. Múltiples casos se daban en los que se alargaba la agonía del condenado. A título de ejemplo el informe médico de la ejecución del famoso Jarabo en 1958, observaba que la muerte no se había producido de forma instantánea, sino con "excesiva lentitud", el fallecimiento se produjo a los quince minutos, después de una verdadera tortura. Se han producido casos aún peores en los que el reo ha muerto después de hasta media hora de espantosa agonía entre aullidos y contorsiones. Este horrendo sistema de ejecución se mantuvo vigente en la dictadura española de Franco, donde el último ejecutado fue Salvador Puigantich.

Ya en la Edad Media, la hoguera quedó consolidada como práctica para ejecutar herejes y brujas. Se entendía que, al quedar el cuerpo purificado por las llamas, el alma se reparaba y no iba al infierno, sino al purgatorio, hasta que la misericordia infinita de Dios pudiera perdonarles. Claro que ellos le adelantaban el trabajo. Eso sí, si el condenado, en un último momento, se mostraba arrepentido, era piadosamente estrangulado antes de encender el fuego. De lo contrario, moría quemado vivo. La hoguera era el fin de la mayoría de procesos de tortura de la Inquisición. Luego las cenizas eran dispersadas para maldecir al condenado.

La gente era cosida a pieles de animal y abandonada en el centro de la arena para que fuera despedazada por las fieras, que enfurecían con hambre y maltratos para que se volvieran más agresivas. Otras veces las víctimas eran crucificadas en cruces bajas para que las fieras pudieran alcanzarlos con sus cuernos y zarpas. También se las ataba a columnas, pero en general les gustaba ver cómo corrían huyendo, trataban de salvarse subiendo a las gradas, o simplemente trataban de enfrentarse a las bestias. El espectáculo, un auge de auténtica crueldad, era seguido con pasión por la plebe y a los niños se les obligaba a verlo desde muy pequeños para que fortalecieran el carácter.
Extracción de las vísceras: En la Antigüedad encontramos el referente de San Erasmo, obispo que fue torturado sacándole los intestinos de las tripas. Según he podido consultar, el simple

Pero la extracción de las vísceras no es cosa del pasado. Se ha practicado hasta muy recientemente en la historia, por ejemplo, en los tristes episodios de la conquista hispana de América. Atrocidades cometidas contra los indígenas sudamericanos que fueron denunciados por Fray Bartolomé de las Casas, quien menciona que cogían a un indígena y le obligaban a confesar dónde tenía oculto su oro, y si no confesaba, le traían a su mujer, la colgaban delante de él, y si estaba encinta le abrían el vientre y le arrancaban el feto, para luego asarlo vivo ante los ojos de sus padres. De esas atrocidades cometieron muchas. Otras veces simplemente abrían en canal a las embarazadas y les sacaban los fetos por diversión.Esto ya se había practicado antes en Europa. Durante las persecuciones de los protestantes en la católica Francia (como en la matanza de la Noche de San Bartolomé) muchas mujeres encintas fueron destripadas. También en otras persecuciones religiosas del norte de Europa.Y parece ser que existe algún modo de ejecución propio de Oriente que consiste en destripar a alguien y dejarlo a merced de una jauría de perros hambrientos.

Existe la posibilidad de que el desollamiento fuera parcial (por ejemplo, arrancar la piel de un brazo, el cuero cabelludo, una pierna) con lo cual el tejido podría regenerarse con un cuidado adecuado, pero parece poco probable. El desollamiento es un método de tortura que implica la muerte lenta y atroz de las personas, por lo que cabe incluirla como método de ejecución.
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