miércoles, 8 de octubre de 2008

poemas cortos de poe

* UN SueÑo DeNTRo De UN SueÑo...
¡Recibe en la frente este beso!Y, por librarme de un pesoAntes de partir, confiesoQue acertaste si creíasQue han sido un sueño mis días;¿Pero es acaso menos graveQue la esperanza se acabeDe noche o a pleno sol,Con o sin una visión?.Hasta nuestro último empeñoEs sólo un sueño en un sueno.
Me encuentro en la costa friaQue agita la mar bravía,Oprimiendo entre mis manos,Como arena, oro en granos.¡Qué pocos son! Y allí mismo,De mis dedos al abismoSe desliza mi tesoroMientras lloro, ¡mientras lloro!,¿Evitaré ¡oh Dios! su suerteOprimiéndolos más fuerte?¿Del vacío despiadadoNi uno solo habré salvado?¿Cuánto hay de grande o de pequeño?¿Es solo un sueño dentro de un sueño?
* ANNaBeL Lee...
Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar,Habitaba una doncella cuyo nombre os he de dar,Y el nombre que daros puedo es el de Annabel Lee,Quien vivía para amarme y ser amada por mí.
Yo era un niño y era ella una niña, junto al mar,En el reino prodigioso que os acabo de evocar.Más nuestro amor fue tan grande como jamás yo presentí,Más que amor compartimos, yo y mi bella Annabel Lee,Y los nobles de su estirpe de abolengo señorial,Los ángeles en el cielo envidiaban tal amor,Los alados serafines nos miraban con rencor.
Aquel fue el solo motivo, ¡hace tanto tiempo ya!,Por el cual, de los confines del océano y más allá,Un gélido viento vino de una nube y yo sentíCongelarse entre mis brazos a mi bella Annabel Lee.
La arrancaron de mi lado en solemne funeral,A encerrarla la llevaron por la orilla de la marA un sepulcro en ese reino que se alza junto al mar,Los arcángeles que no eran tan felices como nosotros dos,Con envidia nos miraban desde el reino que es de Dios.
Ese fue el solo motivo, bien lo podéis preguntar,Pues lo saben los hidalgos de aquel reino junto al mar,Por el cual un viento vino de una nube carmesíCongelando una noche a mi bella Annabel Lee.
Nuestro amor era tan grande y aún más firme en su candorQue aquel de nuestros mayores, más sabios en el amor.Ni los ángeles que moran en su cielo tutelar,Ni los demonios que habitan negros abismos bajo el marPodrán apartarme nunca del alma que mora en mí, Espíritu luminosoDe mi bella Annabel Lee.
Pues los astros no se elevan sin traerme la miradaCelestial que, yo adivino, son los ojos de mi amada.Y la luna vaporosa jamás brilla baladí,Pues su fulgor es ensueño de mi bella Annabel Lee.
Yazgo al lado de mi amada, mi novia bien amada,Mientras retumba en la playa la nocturna marejada,Yazgo en su tumba labrada cerca del mar rumoroso,En su sepulcro a la orilla del océano proceloso.
* OJaLa Mi JoVeN ViDa FueRa UN SueÑo DuRaDeRo...
¡Ojalá mi joven vida fuera un sueño duradero!Y mi espíritu durmiera hasta que el rayo certeroDe una eternidad anunciara el nuevo día.¡Sí! Aunque el largo sueño fuera de agoníaSiempre sería mejor que estar despiertoPara quien tuvo, desde el nacimientoEn el dulce tierra, el corazónPrisionero del caos de la pasión.
Mas si ese sueño persistiera eternamenteComo los sueños infantiles en mi menteSolían persistir, si eso ocurriera,Sería ridículo esperar una quimera.Porque he soñado que el sol resplandecíaEn el cielo estival, lleno de luz bravíaY de belleza, y mi corazón he paseadoPor climas remotos e inventados,Junto a seres imaginarios, sólo previstosPor mí... ¿qué más podría haber visto?.
Pero una vez, una única vez, y ya no olvidaréAquel bárbaro momento, un poder o no se quéHechizo me ciñó, o fue que el viento heladoSopló de noche y al marchar dejó grabadoEn mi espíritu su rastro, o fue la LunaQue brilló en mis sueños con especial fortunaY frialdad, o las estrellas... en cualquier casoEl sueño fue como ese viento: démosle paso.
Yo he sido feliz, pues, aunque el sistemaFuera un sueño. Fui feliz, y adoro el tema:¡Sueños!. Tanto por su intenso coloridoQue oponen a lo real, y porque al ojo deliranteOfrecen cosas más bellas y abundantesDel paraíso y del amor, ¡y todas nuestras!Que la esperanza joven en sus mejores muestras.
* Tu ALMa Se ENCoNTRaRá SoLa ENTRe LaS CoSaS...
I
Tu alma se encontrará sola entre las cosas,Entre oscuros pensamientos de fúnebres losas...De todo el gentío, nadie en verdadInvadirá tu hora de intimidad.
II
No rompas el silencio de esa quietudQue no es exactamente soledad...Los espíritus de los muertos que en vidaConociste, ahora, en la muerte, volveránA rodearte, y su deseo por completoTe eclipsará: manténte quieto.
III
En la noche prístina pero severaLas estrellas, desde su celeste esfera,No irradiarán hacia estos arrabalesSu luz de esperanza a los mortales...En cambio, sus órbitas rojizasSerán como una opaca y enfermizaQuemazón, una fiebre inclementeQue azotará tu fatiga eternamente.
IV
Ahora habrá ideas que ya no ahuyentarásY visiones que nunca desvanecerse verás...Ya no pasarán por tu espíritu postradoComo gotas de rocío por un prado.
V
La brisa, aliento de Dios, se aquietaY la bruma que cubre la siluetaDe la colina, sombría pero intacta,Es un símbolo y una señal exacta...Como flota los árboles frondosos:¡He ahí un misterio prodigioso!.
* EL Día MáS FeLiZ, La HoRa MáS FeLiZ...
El dia más feliz... la hora más felizMi marchito y estéril corazón conocio;El más noble anhelo de gloria y de virtudSiento que ya desapareció.¿De virtud, dije? ­¡Si, asi es,Pero, ­ay, se han desvanecido para siempre.Eran el sueño de mi juventud...Mas dejadlos ya esfumarse.
Y tú, orgullo, ¿qué me importas ahora?Aunque pudiera heredar otro rostro,El veneno que has vertido en mí¡Permanecerá siempre en mi espíritu!El dia más feliz... la hora más felizverán mis ojos... ­si, los han visto;La más resplandeciente mirada de gloria y de virtudSiento que ha sido.Pero existió aquel anhelo de gloria y de virtud,Ahora inmolado con dolor:Incluso entonces sentí... que la hora más dulceNo volvería de nuevo,Pues sobre sus alas se cernía densa oscuridad,Y mientras se agitaba.., se desplomo un serTan poderoso como para destruirA un alma q quien conocía bien.
* De ToDoS CuaNToS ANHeLaN Tu PReSeNCia...
De todos cuantos anhelan tu presencia como una mañana,De todos cuantos padecen tu ausencia como una noche,Como el destierro inapelable del sol sagradoAllende el firmamento; de todos los dolientes que a cada instanteTe bendicen por la esperanza, por la vida, ah, y sobre todo,Por haberles devuelto la fe extraviada, enterradaEn la verdad, en la virtud, en la raza del hombre...
De todos aquellos que, cuando agonizaban en el lecho impíoDe la desesperanza, se han incorporado de prontoAl oírte susurrar con dulzura: "¡Que haya luz!",Al oírte susurrar esas palabras acentuadasPor el sereno brillo de tus ojos...
De todos tus numerosos deudores, cuya gratitudRaya la veneración, recuerda, oh, no olvides nuncaA tu devoto más ferviente, al más incondicional,Y piensa que estas líneas vacilantes las habrá escrito él,Ese que ahora, al escribirlas, se emociona pensandoQue su espíritu comulga con el espíritu de un ángel.
* LuCeRo VeSPeRTiNo...
Ocurrió una medianocheA mediados de verano;Lucían pálidas las estrellasTras el potente haloDe una Luna clara y fríaQue iluminaba las olasRodeada de planetas,Esclavas de su señora.Detuve mi miradaEn su sonrisa heladaDemasiado helada para mí;Una nube le puso un veloDe lanudo terciopeloY entonces me fijé en tí.Lucero orgulloso,Remoto, glorioso,Yo que siempre tu brillo preferí;Pues mi alma jaleaLa orgullosa tareaQue cumples de la noche a la mañanaY admiro más, desde luego,Tu lejanísimo fuegoQue esa otra luz, más fría, más cercana.
* LaS ENRaMaDaS DoNDe Veo...
Las enramadas donde veo,En sueños, las más variadasAves cantoras, son labios y sonTus musicales palabras susurradas.
Tus ojos, entronizados en el cielo,Caen al fin desesperadamente,¡Oh Dios!, en mi fúnerea menteComo luz de estrellas sobre un velo.
Oh tu corazón... suspiro al despertarY duermo para soñar hasta que raya el díaEn la verdad que el oro jamás podrá comprarY en las bagatelas que sí podría.

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