lunes, 6 de octubre de 2008

DEDICADO A MIS PACTOS


Hermandad de sangre


Hermandad de Sangre es un vículo que relaciona a dos o más personas a través de un pacto de sangre. Este pacto de sangre suele inolucrar actos como la mezcla de sangre por medio de heridas y, aunque menos utilizado, mezcla de sangre en bebidas.
La Hermandad de Sangre suele reflejar un vínculo más fuerte que una hermandad biológica debido a que se adquieren responsabilidades mutuas más estrictas, se suele realizar un vínculo de igualdad entre las partes involucradas.
Esta actividad es practicada tradicionalmente por dos varones, aunque se han encontrado pruebas que se han realzido estos actos en forma grupal y de ambos sexos en el este y oeste de África Central.


QUE REPRESENTA LA SANGRE


La sangre es la vida. Es el líquido vital, el río rojo de la vida. Todo está en la sangre, la sangre lo es todo.
Bienvenidos una vez más a La Torre del Misterio de Fermín Castro. En esta ocasión quisiera volver sobre los misterios de la sangre. Tema apasionante donde los halla y muy peligroso a veces.
No existe unión más fuerte que la sangre. Desde el inicio del hombre las civilizaciones se han forjado con sangre. En las denominadas culturas primitivas la sangre sella los pactos de colaboración, de unión. Es la sangre la que crea invisibles lazos de unión tribal, es la forjadora de los clanes. La sangre marca a los hombres con el sello del clan. Pero los rituales y pactos de sangre no son sólo propios de estas culturas primitivas. La época clásica de Occidente, la raíz de nuestra cultura actual occidental, la civilización que mostró a los hombres la luz de la filosofía, de la matemática, la poesía y el arte dio muestras de actos atroces, de espeluznantes holocaustos:
La noche nos muestra jirones de estrellas, brillan con la frialdad propia de los dioses. Un grupo de encapuchados entran en un solitario edificio. En el débilmente iluminado interior las embozadas figuras proyectan sombras irreales sobre el muro estucado. En las paredes sobre las que se acarician las sombras se encuentran pintadas escenas terribles de la muerte y maldad. El techo está abierto en el centro, por él se derrama la luz lunar sobre el cuerpo de un niño. Desnudo, inconsciente sobre un ara de inmaculado mármol blanco. Junto a él un hombre vestido de negro, murmura las palabras rituales, el resto de los conjurados las repiten. Unidos en una conjura por obtener el poder van a sellar su traición mediante un sacrificio de sangre. Apollodoro es el ser terrible que comete este abominable acto. Un puñal brilla en la noche, un destello fugaz seguido de un leve gemido. La sangre y vísceras se vierten en una copa mezclada con vino. Uno a uno los conjurados beben el terrible elixir. Nadie se atreverá a romper el pacto.
El sucesor de la cultura griega, también muestra actuaciones de este tipo. Así la famosa conjura de Catilina se selló con un pacto de sangre. El ritual fue tan fuerte que todos los conjurados fueron fieles a Catilina aún sabedores de que las legiones se aproximaban para poner fin al sueño del poder.
La hermanad por la sangre es muy común a lo largo de la historia. Tácito, en sus celebres Annales, nos relata como Radamante y Mitridates forjaron una alianza militar que sellaron mediante la sangre. Perforaron sus pulgares y los unieron para que se mezclara la sangre. Ya eran hermanos de sangre, su destino estaba unido desde ese momento.
Herodoto al hablar de los mercenarios griegos nos relata la costumbre de estos de unirse con los soldados con los que van a luchar por medio de la sangre.
Luciano nos relata la siguiente bella anécdota:
Estando un escita y un griego discutiendo sobre qué pueblo tenía mayor grado de consideración en la amistad, el escita habló de la siguiente manera: «La amistad escita es más firme que la griega ya que ésta se basa en razones de afecto o en la conveniencia y establecimiento de vínculos familiares, mientras nosotros, los escitas, sellamos la amistad por medio de una fraternidad suprema. Mezclamos nuestra sangre con quien tratamos como amigo, y le convertimos en nuestro hermano. Extraigo parte de mi sangre y la intercambio contigo, la vierto en una copa y ambos bebemos en ella después de sumergir la punta de nuestros puñales en el líquido. A partir de ese momento, es como si fuésemos solo uno» (citado por Manuel de la Prada en el libro El mundo de lo oculto).
La sangre es el elemento vital. Es un símbolo de vida y son numerosísimos los mitos que hablan de seres vivos que deben su existencia al derramamiento de sangre por algún dios. La sangre crea sangre, la vida crea vida, el acto supremo de la deidad es la vida.
«Después tomó un cáliz, dio gracias, se lo pasó a ellos y bebieron todos de él. Y les dijo: ésta es mi sangre, la sangre de la alianza, que será derramada por todos» (Marcos 14-24).

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